27 noviembre 2009

¡Achís!

Estar malo es horrible. Sobre todo cuando no estás suficientemente malo para quedarte en casa pero si como para estar hecho polvo todo el día. Lo peor sin duda es el dolor de garganta. Ese intento por no tragar saliva para que no te rasgue la garganta. Yo llego a un punto de crear una piscifactoría en la boca por no tragar, pero al final llega el momento y... Bueno, algo horrible también, los mocos. Tener que parar cada poco tiempo para respirar cuando estás hablando porque te ahogas, y no digamos ya si tienes que subir escaleras. Debería ser un deporte, subir escaleras con la nariz taponada. Sería mas deporte que el golf porque yo jamás he visto sudar a ningún golfista. Alomejor es que sudan por otro lado y por eso no se les ve la tortilla en el sobaco. Quizás sudan por la cabeza y por eso siempre llevan esa gorra aunque esté cayendo el diluvio universal. O puede ser que la gorra sea para no perder calor corporal por la cabeza y así no constiparse y poder tragar saliva con normalidad y subir las escaleras sin sudar y ahogarse, que lo odian.

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